Juicio sobre Ocios crueles (Carta abierta a Rosendo Villalobos)
Abstract
¡Vieni! La mano in man, sul core it core,
noi passerem, cantando il trionfale
carne alla vita o il salmo del dolore:
sará come un fruscio timido dale,
sará come un sospir lieve di flore.
Arturo Colanttti2
Ocios crueles: han sabídome como una antigua e incógnita melodía. En defecto de la orquestación verbal, vibra la idea al compás de un instrumento de antes conocido, y como "toute ame est une melodie qu'il sagit de renover, et pour cela sone laflute ou la viole de chacun"3: se siente una especie de anhelada consolación cuando despierta en el mundo interior la música excelsa de infinitas variaciones, inextricable meandro en que sólo se puede aventurar