Casateatro y su primer acto
Palabras clave:
Teatro, Relato, HistoriaResumen
Recuerdo...una mañana. Sentado en la estrecha oficina de Werner Guttentag en Los Amigos del Libro de Cochabamba, nos visitaba Joaquín Aguirre Lavayén, quien contó, entre otras cosas, que estaba terminando la adaptación de su novela Guano maldito para teatro. La iba a entregar a Oscar Cortés Valda, el buen actor y director cochabambino, para que la escenificara. Yo había empezado a dirigir y me moría de envidia, actitud muy teatral, de no poder dirigir yo esa obra. Y claro, mi querido Don Oscar era una personalidad teatral, acabábamos de festejar sus, creo, 50 años en tablas y no había por dónde comparar.
Pero pasó el tiempo y la obra no se estrenó. Mientras tanto, por motivos de salud de mi padre, me trasladé a vivir a Santa Cruz. El gancho además fue poder empezar a hacer teatro en esa ciudad. En diciembre de 1985, el escritor Joaquín Aguirre Lavayén invitó a algunos actores y amigos a una lectura de la adaptación que realizó al teatro de su novela. A esa reunión llegué invitado gracias a Amalia Unzueta, quien en mis primeros montajes en Santa Cruz se convirtió en una colaboradora esencial. Casualmente conocí a Amalia gracias a Oscar Cortés y a Fernanda Sanjinés.